El momento màs puro de existencia
es poder medir la piel en la extensión de tus deseos.
La noche se saca las mordazas
se vuelve pleno grito en el silencio.
¿Para què buscar la grieta del pasado con miradas heridas?
Ahora que la voz hallò su cauce
me dejo ser sobre tu cuerpo
quebrado en sus latidos
cada sonido tiene un gesto
es visión y certeza
-acelerado-.
Lugar donde
revelo los suspensos.
El reloj de la luna
con mi sombra
deambula en los jardines
quemando en minutos el poema.
El enigma es perfume de la carne
cuando flotan las máscaras del beso.
Entregarse al deseo en cuerpo y alma es una de las excusas del poema. La carne es confusa, los besos un disfraz y a nosotros no nos queda más que gritar y recordar que todo vuelve, siempre. Un beso!
ResponderEliminarOlé!!!!
ResponderEliminarNalla: el disfraz de los besos confunde a la carne, tal vez es el retorno de la entrega lo que se grita. Besos
ResponderEliminarRomy: esa expresión es un buen final. Un beso
ResponderEliminarque sensuales y bellas líneas.
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