Pienso como
la noche nos borró de sus límites
nos tiró la verdad en la cara:
encerró a mi homicida solitaria
entre lunas de olvido.
Insistimos.
Allí mi horror en letras afiladas
rompió la
luz del alba.
La garganta
en la mano sangraba las palabras.
aluciné en
tus muros la zona del dolor
la locura, el misterio.
A
veces siento una congregación oscura entre los signos
o la aparente constelación de un sentimiento.
Debimos apelar a otro destino.
en órbitas de sexo
por todos las galaxias".
Cuando la
magia danza
la fantasía prohibida de los sueños
me diluyo en las luces,
soy dueña de este infierno.
Ningún
cielo se hará cargo
de redimir la ausencia.
Mi corazón
es presa vacilante
equilibrio en escombros de latidos
En su lugar de libertad y sombras
con su celda y sus muros
el amor
sigue siendo impenetrable.
Te prometo Donde el deseo
la fuga acorazado
por algún túnel nos libere
del poema sin cumplir la condena
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